Un cáncer llamado corrupción

Algunos años atrás, un alto oficial del gobierno, un ministro, se involucró en un caso de corrupción y fue enviado a prisión hasta que llegara el momento de su sentencia. El cargo era la "apropiación ilícita" de un equivalente a diecisiete millones de dólares del erario de la nación. Semanas después, fue hallado culpable y sentenciado a veinte años de vacaciones en la cárcel.

Sí, tienes razón. Éstas no son noticias que sorprendan... Lo que muchos ignoran, empero, es qué tan dañina puede ser la corrupción para un gobierno y para la economía de la nación. Así que hoy decidimos echarle un vistazo a las leyes tributarias de ese país y calcular el impacto monetario de esta 'travesura' ministerial. Y para hacerlo, tomamos una lata de leche evaporada como unidad de medida, ya que es algo que todos compramos o hemos adquirido en todo el mundo. Te sorprenderás de las cifras.

Una lata de leche evaporada en este país cuesta el equivalente a US$ 0.65, de los cuales US$ 0.55 es el precio del producto y US$ 0.10 es el impuesto.

Por lo tanto, para generar suficiente dinero en impuestos para reponer los diecisiete millones de dólares que este ministro robó, su país debe comprar ciento setenta millones de latas de leche evaporada. Esto implica mucho más que ordeñar a un montón de vacas, por supuesto. Significa hacer pastar al ganado, ordeñarlo, tratar la leche y envasarla antes de distribuirla y hacerla disponible para el público.

¿Entiendes ahora? Si este hombre no hubiera robado diecisiete millones de dólares y escondido los mismos en una cuenta de banco sabrá-Dios-dónde, su país tendría hoy diecisiete millones de dólares para gastar en obras sociales o construir infraestructura que facilite el desarrollo de todo el país.

Muchos de los llamados países del tercer mundo aún no desarrollan a pesar de vivir en los primeros años del tercer milenio. Acabar con la corrupción es, definitivamente, una de las causas que debemos atacar primero.


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