El trabajo de un profesor

Para describir el trabajo de un profesor, no podemos decir que es tan simple como pararse delante de un grupo de personas a hablar. Una definición realista no podría ser tan mezquina. Con honestidad, un profesor no es un hombre a cargo de enseñar. Lo creas o no, un profesor es un hombre comprometido con que tú aprendas... aun si no quieres.

Un buen profesor, por tanto, requiere ciertas cosas. Primero y sobre todo, un conocimiento integral y realista de la ciencia y el arte de cómo aprenden las personas. Luego de ello, un conocimiento completo y profundo del curso que tendrá a su cargo impartir. La tercera cosa importante es el compromiso. Un profesor debe ser una persona culta, honesta y ética, alguien siempre disponible para las preguntas y necesidades de sus estudiantes.

¿Por qué? Porque, entre otras cosas, el profesor debe siempre recordar que él es la viva imagen tanto de las políticas como del trato de la organización educativa. él es responsable de la forma en la que los conceptos, formas, técnicas y estrategias serán tomadas como normales, durante años, por sus estudiantes en un tema dado. Y es, adicionalmente, un ejemplo para los demás.

Por eso, un profesor necesita ser un adulto con personalidad estable y definida; un profesional con carácter, paciencia, sentido común, altos valores éticos, valores morales... y organización. Un profesor debe tener un indubitable dominio del tema que va a impartir, y debe tener el carisma, amabilidad, sentido del humor y capacidad de improvisación necesarios para lograr los objetivos de su currícula de estudios.

Caso contrario, corre el riesgo de convertirse en un triste repetidor de conocimientos ajenos que, sin un asomo de respeto por parte de sus estudiantes, se limitará simplemente a cumplir con las instrucciones de su plan de clases.

Entiendes el punto.


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