No tener orgullo

Orgullo. La palabra nos ha acompañado durante siglos y ha sido parte de nuestro vocabulario desde niños, aunque generalmente con un significado negativo. Una rápida búsqueda en el diccionario nos dice: "Orgullo. Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas".

Sin embargo, hay un segundo significado, bastante más positivo que para la palabra 'orgullo', y es aquel que expresa un sentimiento de satisfacción por algo que hemos hecho con toda nuestra capacidad. En español, colocamos la palabra 'sentir ' antes de 'orgullo' para darle este nuevo concepto: 'sentir orgullo'. Suena lindo, ¿verdad? Lo es. Es una pena que en estos tiempos sea tan raramente usada de esta forma.

Veo a mi alrededor cómo la gente busca hacer lo que tiene que hacer rápido y tan solo para deshacerse de la tarea tan velozmente como les sea posible. Lo veo en estudiantes, en compañeros de trabajo y en las calles; y veo mucha presión en contra de hacer las cosas despacio, incluso si supiésemos que saldrían mejor. Si observamos la naturaleza, en cambio, vemos que nada es hecho de ese modo. Los árboles se toman una estación entera para florecer y, cuando lo hacen, lo hacen despacio, poquito a poquito, día tras día hasta terminar. Los cachorros toman largo tiempo en volverse fieras, e igual se toman su tiempo los lobeznos, los perritos y gatitos. ¿Por qué, entonces, tratamos de ir en contra de nuestra propia naturaleza y corremos todo el tiempo? No hay explicación, salvo nuestro auto-impuesto deseo de ser tan 'productivos' como nos sea posible.

Irónicamente, la verdad es que nunca nos salen del todo bien las cosas cuando nos apuramos en hacerlas.

Hoy quise escribir un poco acerca de la palabra 'orgullo'. Me tomé mi tiempo, me relajé, me enfoqué en lo que quería decir y estás leyendo el resultado: un artículo corto, sin errores que expresa una idea de tal manera que cualquiera lo podría entender. He escrito algo útil y como resultado me he sentido bien.

Quiero invitarte a hacer lo mismo: a retomar tu orgullo... a dar lo mejor de ti y nada menos que eso. Quizá te sientas algo extraño al principio, pero solo será un momento. Piensa en ello como la tentación de correr otra vez e ignórala. Continúa hasta que termines.

Una vez que lo hayas hecho, echa un vistazo y ve tu obra. Disfrútala, pero también examínala. Dar lo mejor de ti y sentir orgullo por ello no es una excusa para ser mediocre. Si sientes que puede mejorarse, adelante, mejórala. Si sientes que lo hiciste mal, hazlo de nuevo, y no te juzgues por haberlo hecho mal la primera vez. Todos cometemos errores. Lo que no debemos hacer nunca —y realmente quiero decir nunca— es permitirnos a nosotros mismos dar menos de lo que podemos dar.

Eso, para mí, es no tener orgullo.


Arte y expresión + Opinión