Tus hijos necesitan de ti

Muchos padres están preocupados por lo que le pueda pasar a sus hijos estos días. Las noticias muestran a muchos jóvenes sumidos en las drogas, a muchas chicas abandonando a sus bebés recién nacidos en un basurero y muchos otros comentarios de jóvenes teniendo relaciones en épocas en las que uno simplemente comenzaba a salir. Obviamente, tú, como padre, tienes el deseo de mantener a tus hijos lejos de estas pequeñas desgracias cotidianas. Por esto, hablamos con muchos adolescentes de diferentes hogares, círculos sociales y niveles educativos. Y creemos tener una respuesta para ti.

Todos los adolescentes que entrevistamos —afortunadamente— nos dieron exactamente la misma respuesta. Para comenzar, ellos están conscientes de que el mundo se ha vuelto un poco loco y que cosas malas están pasando en todas partes, incluso a sus amigos más cercanos. Así que, padres, no es necesario pensar en cómo van a tocar el tema con sus hijos. solo acérquense a ellos y sean francos. Ellos ya saben que ustedes están preocupados por ellos.

Lo segundo es aún más importante. Los adolescentes están de acuerdo en que la solución a estos problemas no está en las escuelas sino en ustedes. Fabiola nos dijo: "Para mí, es una pena saber que Claudia (una amiga suya) está teniendo relaciones con su novio. Se quieren y lo consideran normal; pero, ¿sabe?, yo conozco a Claudia desde que teníamos ocho años y sé que sus padres trabajan todo el día y que ella está sola en casa cuando no está en la mía haciendo tareas. Se siente sola y estoy segura de que es por esto que lo hace. Yo tengo a mi madre todo el día en la casa y, aunque también tengo novio, no siento la necesidad de... ya sabe... hacerlo".

Ten en cuenta que Fabiola acaba de cumplir 17 años de edad.

Una experiencia digna de destacar

Jorge y Gloria tuvieron dos hijos. A medida que crecían, decidieron ser francos y abiertos con ellos; lo que resultó ser una bendición con el tiempo.

Jorge y Gloria hablaron con sus hijos sobre sexo cuando llegaron a la pubertad, pero no se detuvieron allí. El sexo se convirtió en un tema del cual bromear, del cual reír y del cuál hablar libremente. ¿El resultado? Confianza total.

Gloria nos cuenta, "Una vez encontré a mi hijo masturbándose en su cuarto. Tenía 14, una revista porno en la mano izquierda y la mano derecha sosteniendo su erección, ¡ja, ja, ja!". "¿Qué hiciste?", pregunté. "solo le dije: 'Yo también soy una mujer'. Fue suficiente. Se avergonzó en el momento, claro, pero luego se disculpó y jamás vi nada porno en la casa otra vez. Estoy segura de que él se habrá masturbado unas cuantas veces más, pero nunca me enteré. Si hubiera armado un escándalo, estoy segura de que la historia hubiera sido muy diferente".

Unos años después, le pasó algo similar. Su hijo llegó tarde a casa y ella preguntó: "¿Dónde has estado?". "¿La verdad? En un hostal, con mi novia". "¡Wow! ¡Qué tal respuesta, chico! ¿Y cómo estuvo?". "¡Cómo estuvo? No pasó nada, mamá. Bueno, pasó bastante, pero no lo hicimos al final". "¿No lo hicieron? ¿Por qué no?" "Me di cuenta de que no me quería tanto como decía. solo se sentía sola y pensaba que haciéndolo conmigo iba a sentirse mejor". "Oh, qué pena oír eso". "Mamá, por favor... Me siento tan usado ahora que solo quiero ir a la cama a dormir. Los sermones mañana, ¿bien?" "OK, hijo... solo quiero que sepas que estoy muy orgullosa de saber que mi hijo es un buen hombre. Ve".

"Imagino que él sonrió cuando te escuchó decir eso".

"Sí, sonrió".

"¿Y algún problema con drogas?"

"Por suerte, no... pero son jóvenes todavía, así que quizás pase después. Como padre, tu trabajo es enseñarles lo que está bien, lo que está mal y cómo lidiar con situaciones peligrosas. Más allá de eso, solo puedes confiar. Pero yo he aprendido que es muy importante para tus hijos saber —no imaginar o sospechar, saber— que confías en ellos". ese es el secreto.


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