¿Estás trabajando bien (todavía)?

Cuando uno empieza en una compañía, usualmente lo hace dando lo mejor de sí: entrega su trabajo a tiempo, no llega jamás ni un minuto tarde, lleva a cabo sus deberes con inmediatez y diligencia.

Conforme pasa el tiempo, sin embargo, algunas cosas cambian un poco. Ya no estás aprendiendo a hacer su trabajo nuevo, también has acumulado (e inevitablemente) algo de estrés, y tal vez estés sufriendo un poco la monotonía y rutina que un trabajo suele traer. La pregunta es... ¿Está afectando esto tu desempeño? ¿No estarás perdiendo oportunidades de mejorar simplemente porque tu aburrimiento te está ganando?

Teniendo esto en cuenta, hay algo que, de empleador a empleado, me gustaría decirte: Si aún estás trabajando aquí no es simplemente por una cuestión de derechos laborales. Tu trabajo es útil para mí y creo que lo que te pago es útil para ti también. Tenemos una relación de mutua necesidad y beneficio, así que ¿por qué no la usamos para crecer juntos un poco?

Cuando te contraté, lo hice porque tenía algunas necesidades que quería que tú cubrieras. Ahora que estás trabajando, quizás estés llevando a cabo tu trabajo bien, pero a veces eso no basta para que toda la empresa prospere. ¿Quisieras ganar más dinero o recibir más confianza y responsabilidad? A mí me gustaría crecer también. este es el trato: Muéstrame iniciativa, prontitud, diligencia y dame lo mejor de ti en todo lo que hagas. Ayuda a mi empresa a crecer, y serás recompensado.

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