Causas perdidas

Vienes y te apropias de mis sueños,
sacudes mi cuerpo
con la ofrenda de tus causas perdidas,
fundas una colonia de promesas en mi pecho
¿y para qué...?
Si los prados de mi alma están secos
y las ramas de este árbol se tuercen de olvidos.
No hay valor en quien deja tras de sí
una caricia suplicante, la mano abierta del amigo,
No hay mañana si se dejan tras de sí,
las migajas de otro pan en el camino.
Las tardes y las noches son viejos relojes
que ya no marcan las horas.
Abres en mi pecho una puerta ya olvidada.
Vienes, te apropias de mis sueños y te vas
con una sonrisa en los labios
y me dejas, solitario en esta playa.

© Ernesto Paz


Optometrista de profesión, Ernesto Paz también disfruta escribir poesía. Es autor de 'Espejos de Ciudad' y tiene dos poemarios más esperando ver la luz.


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